Una lección de vida {el final

Dos semanas habían pasado, de aquel desmayo que había tenido. Fabián estaba en su casa, cuando recibió la noticia, de que su novia tenía un problema al corazón y necesitaba con urgencia ser operada. No sabía realmente como ayudarla, pero se había propuesto a intentarlo todo. Lo que a Lili le pasaba, era que no le circulaba correctamente la sangre, y necesitaba una transfusión; por suerte, la sangre de su novio era compatible, así que sin dudarlo, decidió donarle. 
La operación, se realizó un viernes a la 9:00 a.m y duro mas de dos horas, tiempo que a Fabián le resultó intermibable... él en ningún momento se había ido de la sala de espera, ya se sabía de memoria todas las revistas que las enfermeras le acercaban, y estaba harto de tomar café.   La operación había sido todo un éxito, pero, nadie le quería avisar nada a Fabián, ya que Lili había pedido específicamente darle la buena noticia ella misma.
Él estaba en su casa, viendo un canal deportivo en televisión, pero por más que lo intentara no podía prestarle atención al locutor: necesitaba saber que su novia estaba bien; asi que decidió volver al hospital. En cuanto a ella, estaba intacta, y la sonrisa había vuelto a su cara; los chequeos habían salido bien, y solo restaba hacer alguna visita médica cada mes para ver sus mejoras.
Fabián, cabizbajo, esperaba que el médico de Lili saliera del consultorio. En eso, se abre la puerta y ve a su novia caminando hacia él;  se refregó los ojos, y se dio cuenta que era ella de verdad... salio corriendo a abrazarla de pura felicidad. Luego, el médico se le acercó y le dijo:  -Cuídala, pibe, que vale oro y mas ahora que tiene una parte tuya- y se alejó -Ah, por cierto, Lili... ya tenés el alta- 
Salieron del hospital, tomados de la mano, mientras la chica seguía pensando por qué el medico había dicho eso a Fabi... porque en el fondo sentía que siempre había estado en ella, una parte de el.

¡EL FIN!

Bueno, al fin llego el final de esta hermosa historia... ¿Qué me dicen? acepto críticas :) y como siempre: gracias por leerme y nos vemos en otra historia!